El éxito del aprendizaje se consigue convirtiendo al estudiante en el protagonista de su propia educación, y una opción para conseguirlo es por medio del aprendizaje basado en proyectos. Cuando un alumno se encuentra en una clase tradicional sentado en la silla simplemente escuchando al profesor su capacidad de concentración y trabajo no supera los 15 minutos. Sin embargo, si se entra en una dinámica de proyectos educativos donde lanzas un reto desafiante el estudiante puede llegar a estar trabajando incluso durante horas.
El Aprendizaje basado en proyectos (APB) se trata de un método de aprendizaje en el que los alumnos adoptan un rol activo favoreciendo de este modo la motivación académica. Voy a lanzar una pregunta al aire ¿ Que es lo que más recuerdas de tu educación? ¿Un día cualquiera en tu pupitre escuchando la explicación tradicional de tu profesor? o ¿Aquel proyecto diferente que creasteis tu y tus compañeros para una asignatura?
Con esta metodología los alumnos participan elaborando contenido, diseñando un proyecto y colaborando entre ellos. De esta forma además se trabaja también la cooperación y el trabajo en equipo. Valores muy importantes para la educación.
Es esencial que para conseguir un buen proyecto se parta de los intereses y necesidades del alumno para despertar curiosidad por ese trabajo. Esto se consigue por medio de una pregunta desafiante en la que se concreta el objetivo final. Cuanto más se acerque a la realidad más auténtico será el proyecto y a la vez para los alumnos será más práctico, ya que se tratará de un contenido directamente conectado con su realidad. De esta forma el alumno se mostrará motivado porque siente que lo que aprende es cercano e importante para el.
También se puede hablar de una APS, es el aprendizaje y servicios que consiste en generar un proyecto que genere un beneficio social.
Por último, es fundamental una vez acabado el proyecto realizar una presentación en público. De esta forma tienden a recibir críticas constructivas sobre el trabajo realizado.
Si ya lo dijo Benjamin Franklin en su momento:
" Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo"
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