La clase de hoy ha sido una clase un tanto especial:
Tras la obra de arte del profesor tocando una bocina con más ritmo que la canción de los toritos que se pone en la feria, se pasó lista con una especie de avatar:
Después de esta entrada tan triunfal y apoteósica comenzó la clase, la verdad es que fue una sesión amena y distinta a lo que solemos estar acostummbrados y eso me gusta. En todo momento el profesor rompe con el concepto de una clase en silencio y seria para convertirla en una clase activa e innovadora. Y es que de eso va la asignatura, de la innovación en las aulas, algo de lo que parece que nos hemos olvidado en las últimas décadas... La fusión de la enseñanza con la tecnología crea una mejora de la calidad de la enseñanza provocanco un mayor interés por parte de los estudiantes hacia el aprendizaje.
Pero mi parte favorita fue el momento en el que conocí a tres de mis compañeros en una actividad donde compartíamos dos verdades y una mentira sobre nosotros y... ¿A que no sabéis que? Tengo una compañera que además de ser actriz y tener una voz preciosa para cantar, ha sido profesora de una monja de clausura. Esto no se ve todos los días, ¿eh?
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